REGRESO A LA ESCUELA… insensato.


REGRESO A LA ESCUELA… insensato.

 

“Caminito de la escuela, apurándose a llegar, con sus libros bajo el brazo, va todo el reino animal…  Caminito de la escuela, porque quieren aprender, van todos los animales, encantados de volver…” ¿quién no se acuerda de la canción infantil del genial Cri Crí? Es posible que haya algún despistado que no la haya cantado de niño pero no importa pues lo medular está en esas líneas del canto.

 

Hace poco circuló en las redes sociales una encuesta -otra-, para preguntar a niños y niñas de la Ciudad de México, si querían volver a clases después de tanto tiempo de encierro sanitario, y con bombo y platillo, la encuestadora anunció que el 95% de los chicos querían volver a la escuela a clases presenciales.

 

En su momento, el que esto relata señalaba en Twitter que la encuesta le parecía tonta y tendenciosa. Es obvio que los niños quieran regresar a sus escuelas porque en sus casas no están sus amigos con quienes puedan hablar y jugar, ni maestros a quienes les puedan preguntar aclarar cualquier duda que tuviesen en el aprendizaje de alguna materia, ni tampoco la persona que pone orden con una llamada de atención. También extrañan los desayunos escolares donde se les alimentaba de manera completa y balanceada.

 

Es claro que los papás de los niños también quieren que vuelvan a la escuela por las mismas razones expuestas y porque ha sido agotador el apoyo de la enseñanza virtual que los ha restringido de su actividad laboral habitual.

 

Sobre el cuestionamiento infantil se decía también que era tendenciosa porque con ese método se apoyaba la fallida encuesta de su patrón, el C. Presidente de la República, y con ello conseguiría su respaldo en las tareas de gobierno capitalino. Por otra parte, lo es, porque de esa manera suscribía tácitamente, la siguiente encuesta sobre la revocación de su Mandato -hecho que los juristas señalan como inconstitucional-. Reitero lo señalado, fue tonta y tendenciosa. Mal, muy mal.

 

Dejando atrás la encuesta per se y adentrándonos al hecho, es preciso hacer varios planteamientos que hacen del regreso a clases una decisión insensata e irresponsable. Los señalamientos de las autoridades sanitarias internacionales han advertido que volver a las clases presenciales se pueden hacer siempre y cuando en las localidades donde se ubican las instalaciones se den las condiciones sanitarias relacionadas para prevenir los contagios  y en esa decisión -en México-, sólo los Estados tienen la prerrogativa de indicar tal posibilidad. Con esa determinación ponen en riesgo, no el aprendizaje de un año escolar sino la salud y la vida de los educandos, maestros, y sus respectivas familias.

 

Hay mucha literatura referente a las características que deben los lugares donde se pretenda iniciar el ciclo escolar de manera presencial, tanto en las localidades como las aulas propiamente dichas. Las primeras son de injerencia gubernamental pero las segundas son competencia de las escuelas, sean públicas o privadas.

 

Es de reconocerse que muchos colegios privados ya están preparados para el regreso a clases presenciales con adecuaciones virtuales a los programas de estudio. Los salones de clases están habilitados para garantizar una ventilación adecuada y el distanciamiento seguro entre pupitres; es obvio que al hacer lo anterior se reduce la capacidad de escolares por aula, lo que trae como consecuencia una reducción de ingresos para los colegios. Una de las soluciones es aumentar el número de salones, pero eso conlleva inversiones que muy pocas escuelas pueden afrontar. Lo plausible y deseable es tener sistemas de enseñanza híbridos donde la actividad presencial se combine con la virtual.

 

En el caso de las escuelas públicas la situación es diferente porque tienen recursos muy limitados y están a expensas de lo que las autoridades educativas estatales y federales quieran y puedan hacer. Un hecho es que las adecuaciones a las instalaciones para lograr una ventilación y distanciamiento adecuados, aún no se hacen y las evidencias están a la orden del día.

 

Otro aspecto relevante para valorar el regreso generalizado a las aulas es que tanto maestros como alumnos deberían estar vacunados, y tener equipos de medición de CO2, termómetros infrarrojos y oxímetros, lo cual, salvo excepciones no se cubren esos requerimientos básicos. Por lo anterior, dicho regreso es más que cuestionable.

 

La pandemia en el mundo se ha manejado de muy diferentes maneras y la efectividad es fácilmente comprobable. Sería altamente recomendable que las autoridades que tienen la responsabilidad sanitaria se asomaran a lo que los países exitosos están haciendo para la enseñanza en tiempos de Covid y obrasen en consecuencia.

 

Por el momento el regreso a la escuela a rajatabla es totalmente insensato pues no se dan las condiciones mínimas que garanticen la salud de alumnos y maestros. Los papás de los niños tienen la última palabra.

 

15 de agosto de 2021

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