DIÁSPORA HÍDRICA… innovando


DIÁSPORA HÍDRICA… innovando

 

La crisis de salud en la que estamos ha afectado prácticamente todas las actividades y nos hemos tenido que adaptar de muchas maneras. Sería ocioso el enumerar las nuevas formas que como sociedad hemos incorporado poco a poco a nuestras vidas y basta mencionar un aspecto que es fundamental: el educativo.

 

A partir del mes de marzo las actividades dieron un giro insospechado pues la enseñanza dejó de darse en las aulas para incursionar en la modalidad virtual, que solamente algunas escuelas, y de diferentes grados ya habían dado los primeros pasos, como parte de su proceso innovador acorde con las herramientas didácticas que se tienen; bien por ellos porque se adelantaron. No obstante, la gran mayoría de las instituciones educativas han tenido que adaptarse sobre la marcha para iniciar el ciclo escolar en estos días. Todo un reto.

 

En el ámbito profesional la situación es parecida porque las exposiciones, congresos, seminarios y otros, han tenido que suspenderse y al igual que en las escuelas, éstos se han tenido que adaptar a los requerimientos actuales.

 

Tal es el caso de un Seminario relacionado con asuntos hídricos que fue convocado por el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, IMTA, Instituto de Ingeniería de la UNAM, y la UNESCO. Tomó el nombre de Diáspora Hídrica para hacer notar su intención, el de dispersar el conocimiento en la materia a través de un seminario virtual que duró cuatro días y en la que 50 ponentes expusimos nuestro trabajo a un auditorio de casi 500 personas, ubicadas físicamente en 5 países.

 

El objetivo era convocar a jóvenes investigadores con nivel de posgrado en alguna rama relacionada con el agua, para que expusieran su trabajo de investigación en curso. Se aclara que aún y cuando el que esto narra, no tiene el grado de Doctor ni es joven, la ponencia fue admitida en virtud de que podría ser de utilidad para los otros ponentes y participantes a distancia.

 

La conferencia aludida se llamó “Educación Hídrica… experiencias y perspectivas”, y en forma muy breve se señalaron las 23 formas didácticas que se han utilizado para la enseñanza en la materia, durante 50 años de ejercicio profesional, partiendo de la premisa básica consistente en que la enseñanza relacionada con el agua no se debe circunscribirse a la que se imparte en las aulas en universidades, y centros de investigación y desarrollo. Hay que salir a enseñar.

 

Las formas didácticas que se describieron, incluyen medios impresos y digitales, y por otro lado acciones directas e indirectas. Es de señalar la efectividad en la enseñanza a través de boletines informativos para usuarios, historietas dirigidas a agricultores y cuentos para niños. Por otro lado, en las acciones directas, sobresale la educación mediante el canto, teatro infantil y Talleres de Calidad de Agua; en las indirectas, la instalación de bibliotecas, exhibiciones y museos, forman parte de las herramientas educativas que hay que utilizar.

 

Asimismo, y referente a las perspectivas enunciadas, se dieron los lineamientos básicos para acciones educativas que se sugieren desarrollar, con base en las experiencias de éxito que se han tenido a la fecha. En breve, se puede afirmar que es necesario dejar atrás paradigmas tradicionales para afrontar los retos actuales. El tema de Cultura del Agua no se tiene que circunscribir al entorno urbano, ni tampoco debe entenderse como consejos caseros y escolares, y menos como una serie de promocionales por diversos medios.

 

Finalmente se señaló que los retos actuales incluyen el identificar nuevas fuentes de abastecimiento de agua, mayor difusión del conocimiento hídrico y corresponsabilizar a los usuarios para preservar una buena calidad de agua. Todo un reto.

 

La Diáspora Hídrica es una innovación que contribuye a enfrentar los retos del siglo XXI. Sí se puede.

 

 

30 de agosto del 2020