CUERPO SANO… y mente sana
Vaya que nos ha tocado vivir una época difícil pues por un lado la situación política, económica y social se maneja desde la Presidencia de la República y cualquier desacuerdo es tomado como afrenta a una sola persona. Mal muy mal. Por otra parte, la emergencia sanitaria nos ha confinado a quedarnos en casa para tener máxima protección. En las Glosas próximas anteriores publicadas en Excélsior se ilustraba con diagramas de Lógica Matemática las diferentes protecciones que se obtendrían al estar en sitios poco concurridos y libres de contagio, y en ambos protegidos con cubrebocas.
Es probable que las noticias de estos dos temas acaparen el 80% por lo que estamos verdaderamente abrumados con los temas arriba esbozados. En ambos casos hay una gran preocupación y no es para menos; el humor nos cambia, la concentración se pierde, las buenas maneras se esfuman, y en algunos casos es menester pedir ayuda psicológica para calmar las crisis nerviosas y así poder dormir.
El título del texto puede crear dudas pues hay una máxima griega parecida pero con diferente orden, y sí, ella es “Mente sana en cuerpo sano”, pero para los fines de estas líneas la inversión marca la pauta.
Hace poco apareció un ameno artículo1 que relataba los andares de quienes ya trabajan desde casa en el que señala cosas importantes como identificar un sitio en el cual haya el mejor aislamiento de los ruidos comunes, fijar horarios de trabajo, poner música con audífonos, etc. Sin embargo, habría que añadir el reservar un tiempo para hacer ejercicio y no hay pretexto para no hacerlo puesto que existen infinidad de rutinas que se adecúan a cualquier edad y por ende, su desgaste físico y el reclamo del cuerpo para descansar después.
Quien tiene una caminadora eléctrica puede seleccionar muchas cosas, rapidez de la caminata o trote, inclinación del “terreno”, tiempos acumulados y además monitoreo de corazón, por mencionar los más relevantes. Y quienes no la tienen pueden hacer lo mismo en casa, salvo la vigilancia permanente del ritmo cardiaco. Los recorridos serán diversos dependiendo del tamaño de sus casas, pero siempre habrá pasillos y/o escaleras. La clave es que se haga ejercicio y obviamente para quien no le gusta, pues no aplica y punto final.
Sin embargo, hay quienes en vez de hacer ese ejercicio prefieren hacer yoga y también es válido. En una publicación de Excélsior se habla del yoga2 y se le ubica como una gimnasia diferente pues no hay competencia ni agotamiento extremo pero ayuda sensiblemente a fortalecer la musculatura y a incrementar la movilidad de todo el cuerpo; además, tiene la ventaja que solamente se necesita un tapete, una guía para empezar a hacer los ejercicios sin peligro, y sobre todo ganas de hacerlos a su propio ritmo..
La práctica de un ejercicio fuerte y del yoga es una combinación ideal para tener un cuerpo saludable y una mente sana para poder dormir mejor y olvidar un rato el marasmo en el que estamos por los dos motivos ya mencionados, pero creo que más, el referente al desastre económico al que el Gobierno Federal nos está llevando.
La puntilla en estos días es el anuncio oficial de abandonar las fuentes renovables de energía y destinar los mermados recursos económicos para tirarlos a la basura en la necedad de construir una refinería. Vendrán los amparos al por mayor y esperemos que el Poder Judicial actúe como lo hizo con el caso en BC.
Pero bueno, pacientes lectores, en el ínterin los invito a seguir la máxima griega invertida: cuerpo sano… y mente sana.
1 Trabajar desde casa. S. García Cortina. Mayo 2020 México. https://glosas.com.mx/articulos-invitados/
2 YOGA…gimnasia diferente. E. García y G. Glosas Abril 2017 México. https://www.excelsior.com.mx/opinion/opinion-del-experto-nacional/2017/04/25/1159572
19 de mayo de 2020