El revuelo electoral alcanza todos los medios de comunicación y los satura al grado que, por ejemplo, al circular en el pesado tráfico matutino es difícil encontrar una estación radiofónica alegre con música que levante el ánimo y más raro aún alguna que instruya o que emita cápsulas de corte humanista.
Hace años en la Ciudad de México, el que esto relata llevaba a sus hijos y sobrinos al colegio haciendo rondas escolares a cargo de los papás y mamás de los pequeños, para así aminorar los tiempos perdidos de traslados pues el tráfico vehicular era pesado, pero una caricatura del que ahora se sufre.
En el trayecto de las casas a la escuela cantábamos rondas en francés, canciones que a la fecha entonan con gusto ahora en edad adulta; tiempos idos que quedan en el recuerdo para todos con un dejo de nostalgia. Después de dejarlos en el Jardín de Niños, el camino hacia la oficina era más pesado porque no había risas y gritos que llenaban el espacio sonoro, por lo que era menester encender la radio y escoger alguna estación de entretenimiento, noticiarios, cápsulas históricas o de formación humana, y justo esos últimos rubros eran los que me gustaban.
De los dos señalados, en la estación XEW destacan los compendios de la historia de Francia donde la Doncella de Orleáns oriunda de Saint-Rémy-lés-Chevreuse era la protagonista, y por otra parte, en las cápsulas de corte humanista era sobresaliente el programa “Cartas a mis hijos” del escritor Jorge Ramos, que eran muy breves pero llenas de esencia y narradas magistralmente por el poeta Manuel Bernal. Muchas de ellas aludían a la desgastante vida laboral de los padres que olvidaban estimular a los hijos en actividades de interés colectivo como la política y se concentraban en las relacionadas con el estudio y desarrollo profesional.
Muy al estilo de esos textos escribo esto con la venia de los escritores eruditos y jóvenes lectores a quienes la prosa les pudiera parecer cursi.
Queridos hijos: la vida se pasa rápido y mucho más cuando los pequeños van creciendo, porque del soplido de una velita del pastel de cumpleaños se brinca sin sentirlo a un manojo de luces que deslumbran el momento. No se sienten esos años por la actividad de la casa pues todo es deprisa y corriendo, haciendo de esa etapa un verdadero mar de diversión y entretenimiento.
Queridos hijos: el tiempo sigue su curso y es menester ahora dejar los cantos y juegos para invitarlos a mirar alrededor de la casa familiar para que constaten su dinámica y el lugar que ocupa en la sociedad.
Queridos hijos: la vida democrática que llevamos tiene sus altibajos, con desempleo e inseguridad, como común denominador pero es de reconocerse nunca nos ha faltado el alimento y servicios básicos, mismos que poco valoramos.
Queridos hijos: ya los oigo reprocharme que podríamos estar mejor sin los cánceres de nuestros tiempos, heredados por generaciones y origen de la inseguridad que prevalece a lo largo y ancho de nuestro territorio. No puedo sino aceptarlo pero advirtiendo que la lucha es ardua y seguro estoy que saldremos adelante con nuevos brazos como los suyos.
Queridos hijos: Ya llegó el tiempo en que ustedes escojan a sus próximos gobernantes a través de las urnas. Háganlo y no permitan que otros decidan por ustedes. Voten y abran bien los ojos en el momento de decidir. Aquilaten lo que ya tenemos y podríamos tener. Desechen las propuestas de quienes ofrecen todo de manera simplista y gratis pues en la vida todo debe costar; se necesita trabajo y dedicación para obtener el triunfo.
Queridos hijos: Ahora es el momento de salir a la calle para participar activamente en la vida de la sociedad a la que pertenecen y los conmino a que no se queden en sus casas, pues ahora tienen el derecho y la obligación de emitir su sufragio.
Queridos hijos: Que el tiempo no les reclame una posible omisión y háganlo pensando en sus hijos y nuestro querido País.
Feliz Día del Padre y de la madre que hace sus veces.
Día del Padre del 2018