El período vacacional de estos días nace de una creencia religiosa cristiana que es la suma de dos semanas, la Santa y la de Pascua. Para muchos es un tiempo de reflexión que en nuestro País y otros, sigue un temario propuesto por la jerarquía católica con diversos eventos. Dado que se trata de actos de fe, son muy respetables pero no obstante podemos disentir. En otros casos el tiempo es dedicado al solaz esparcimiento y también es bienvenido.
Dado el ambiente mundial de zozobra por las repercusiones de las acciones que ha tomado el presidente del país vecino y las detenciones de políticos corruptos en el nuestro, no cae mal aprovechar el tiempo de asueto para aislarnos de todo eso y asomarnos un poco a nuestra parte etérea, nuestro espíritu. Pero ¿cómo en el bullicio que vivimos?, con un poco de gimnasia. Abundo.
“Alma sana en cuerpo sano” dice la conseja universal que nos llega del mundo helénico pero en otras latitudes y antes de ellos ya se conocía, tal es el caso de la cultura hindú que se aplicaba miles de años antes, pero con la modalidad que suma al ejercicio físico la gimnasia espiritual, tal es el caso del Yoga1.
Como en muchos otros temas que escribo, pido la benevolencia de los expertos pues el que esto relata lleva poco tiempo en el ambiente del Yoga y todo es aprender lentamente sus secretos maravillosos.
La combinación de los tres elementos básicos del Yoga consiste en el relajamiento corporal y mental, respiración y concentración, permiten el acceso a la meditación en un sentido amplio ajeno a aspectos religiosos sino espirituales, en los que nos abstraemos de la materia tangible para “flotar” en el mundo de las ideas. La práctica típica del Yoga, de posturas, respiración y meditación es una vía para equilibrar cuerpo, mente y espíritu.
Hace tiempo escribí en estas páginas de Excélsior algunasconsideraciones2 sobre Valores Éticos en donde señalaba que eran superiores a los humanos, pero inferiores a los espirituales que son sujetos a la creencia de un alma, de un Ser Superior o de ambos. El Yoga también permite la entrada a esos conceptos.
No es mi intención comentar el tipo de meditación ni de los beneficios para la salud sino solamente algunas experiencias en la mecánica para lograrlo; todo eso se trata en muchos libros y te recomiendo el de Yoga esencial3. La traducción simplista de la palabra Yoga es unión entre cuerpo y mente que se facilita con una serie de ejercicios que mueven músculos de todo el cuerpo enfocándose a su estiramiento y relajación, y no tanto en su desarrollo para adquirir más fuerza o velocidad y menos aún competitividad deportiva, sino para el control y uso del cuerpo de manera consciente y así mantenerlo sano y en forma. ¿Qué tal? Toda una gimnasia diferente.
Ese ejercicio va acompañado de una respiración modulada, con inhalaciones y exhalaciones profundas que constituye un elemento fundamental que acompaña y da energía a los movimientos musculares; el Yoga hace que ejercitemos algunos, que aunque obviamente se mueven no lo hacemos de manera consciente.
La etapa final de las sesiones de Yoga es de relajación completa y el maestro acompaña algunas frases con música oriental muy peculiar, sin los patrones de una escala musical de los doce sonidos de una octava en un piano, sino que viene de instrumentos que emiten música en una gama infinita de sonidos, lo que propicia sensaciones de flotación que muchos etiquetan como levitación. En adición a la parte auditiva la sesión se complementa con olores de aromas raros no convencionales lo que da una atmósfera verdaderamente atípica.
Ese ambiente de relajación corporal y mental nos lleva a la etapa en la que la meditación es posible. Te invito al Yoga…una gimnasia diferente.
1 ¿Qué es yoga? Organización El Arte de vivir. México, abril 2017
2 LAICISMO EDUCATIVO…a ¿qué le temen? E. García y G. Glosas., diciembre 2014.
3 Yoga esencial. Olivia H. Miller., Ediciones Oniro, mayo 1013