Recientemente estuve en mi ciudad natal que como algunos saben es el Distrito Federal. Circulé a bordo de los prácticos taxis UBER por mis rumbos de hace años, desde la hermosa y funcional Colonia del Valle, hasta los barrios románticos de San Ángel y Coyoacán.

También por San Jerónimo, San Pedro de los Pinos, Tacubaya y otras colonias por las que circulábamos a vuelta de rueda pero con períodos de alto total, lo cual me parecía increíble dado que era fin de semana, no había marcha alguna, ni manifestación, o padres de familia llevando a sus hijos a la escuela para después dirigirse a su trabajo.

Me comentaba mi acompañante que era sólo el tráfico normal de la ciudad a cualquier hora y día, “esto no es vida, pero nada podemos hacer“, decía y creo amigos míos que por supuesto tenía razón. 

Considero que  la vialidad de la ciudad está totalmente rebasada a pesar de las múltiples acciones que se han implantado, como el hacer vías rápidas sobre los cauces de los ríos y trayectos por los que circulaba el tranvía, construcción del anillo periferico y su segundo piso, y habilitación del circuito interior, por mencionar las más relevantes pero a mi parecer sin un esquema urbano a largo plazo y cometiendo errores ambientales irreparables como el entubamiento de múltiples ríos, que por ser intermitentes había que desaparecerlos para construir vías rápidas; algo parecido se puede decir con la cancelación del sistema de transporte con tranvías y retiro de las vías, porque eran lentos y ocupaban mucho espacio.

Ahora hay un nuevo intento para resolver el problema del tráfico en la ciudad a través de un nuevo reglamento¹ que entrará en vigor el 15 de diciembre, vísperas de las fiestas navideñas. He tenido oportunidad de leerlo y estimo que no solamente empeorará la situación vial sino que dará pie a que los agentes de tránsito hagan de las suyas esquilmando a quienes presuntamente hayan violado algún artículo de la susodicha norma. La gran mayoría de los glosas ya estaban en el anterior y una novedad es la forma de cobrar las multas que es mucho más efectiva, lo cual trae como consecuencia mayores ingresos para el erario de la capital. ¿será el objetivo?

No conozco el organigrama completo de la Secretaria de Movilidad del D.F.² y me pregunto si entre sus filas hay ingenieros o especialistas en “tráfico urbano”. Lo dudo. En otras regiones igualmente conflictivas como en Estocolmo y Gotemburgo, en Suecia³, la oferta académica universitaria incluye desde hace años licenciaturas, maestrías, diplomados e incluso doctorados en el tema, pero también en nuestro País ya existen universidades^4,5 que atienden el rubro; con seguridad hay egresados que buscan trabajo y no tienen aún una plaza laboral para ejercer su profesión.

El tráfico citadino ha crecido en muchos lugares y para evitar el colapso de movilidad han recurrido a incorporar ciencia y tecnología en sus planes de desarrollo. Recuerdo que en Viena no se circulaba un día a la semana y después drásticamente se resolvió restringir la circulación a vehículos con placas pares y nones, es decir la mitad. La medida sería bienvenida si se ofreciera un mejor y más ampila red de transporte público. ¿Quién se anima? Aquí en la Gran Capital es urgente hacer un análisis profesional del caso y atenderlo como corresponde, los capitalinos y su ciudad lo merecen.

Y te preguntarás amable lector ¿qué hacer?, pues en la ciudad convergen las grandes oportunidades laborales pero también hay que decirlo, los mayores problemas ambientales. No nací en Guanajuato pues mi papá encontró un trabajo mejor remunerado en la Ciudad de México, y años después el tránsito cotidiano hizo que buscara un sitio con mejor calidad de vida en el que pudiese laborar y lo encontré; así  regresé al terruño y aquí tienen al de la pluma en San Miguel.

Y la historia se repite una y otra vez sin saber cuando se romperá el círculo vicioso. Ojalá y sea pronto y en el ínterin aprovechen esos tiempos muertos para platicar con sus hijos mientras los llevan al colegio o aprender un idioma. Espero que el aludido reglamento no tenga glosas con letra chiquita que prohíba hablar o cantar a los conductores. A convertir ese tráfico infernal en celestial, sí se puede.

1 Reglamento de Tránsito del Distrito Federal, 2015

2 Secretaria de Movilidad del D.F. 2015

3Universidades en Gotemburgo, Suecia, 2015

4 Instituto Politécnico Nacional, 2015