Se acerca la Navidad y con ella unos días de paz y tranquilidad propicios para el acercamiento familiar, tregua de grupos en conflicto, inactividad política electoral, y también para pensar sobre nuestra participación en el cuidado del medio ambiente que se deteriora por la actividad cotidiana.
Al hablar del tema la atención se concentra en los elementos agua y aire, y con justa razón pues en ellos repercuten directamente las acciones malas o buenas en la conservación de nuestro hábitat, no obstante es menester poner atención en el elemento tierra dado que en ella se genera el medio vegetal que permite el equilibrio natural de nuestro planeta. La depredación de los suelos se ha dado aproximadamente en los últimos cien años y el inicio de la recuperación de ellos no pasa de veinte años; nunca es tarde para arrancar.
En el concierto mundial hay una gran preocupación pues el problema no es de la incumbencia de países aislados sino de todos. No obstante, es preciso que cada nación asuma su compromiso con acciones locales de beneficio local y obviamente regional e internacional. Las reuniones sobre medio ambiente han proliferado en el último lustro y en ellas se exponen avances en el cumplimiento de compromisos previos así como los planes de acción para atender la problemática situación.
Durante la Cumbre1 del Clima en Lima, Perú, auspiciada por la ONU, se escucharon voces de muchas naciones que están preparando estrategias para atender las inminentes afectaciones en materia ambiental producidas por el Cambio Climático. Visión estadista a largo plazo. El texto de la minuta de la reunión habla de “la llamada a la Acción de Lima” que exhorta a la comunidad internacional para presentar en el 2015 “compromisos cuantificables de reducción de gases de efecto invernadero que sean ambiciosos y justos de acuerdo a las circunstancias nacionales”.
En materia de suelos se expusieron avances y planes de acción para recuperar integralmente las cuencas hidrográficas en las que las tareas de reforestación juegan un papel fundamental. En nuestro País se atiende puntualmente ese rubro y hay algunas localidades como León, Guanajuato, donde las actividades2 en curso son encomiables y me consta; el de la pluma ha tenido oportunidad de participar con pico y pala en la reforestación de cerros en la sierra de Lobos. Mapa3
En la citada ciudad y durante los últimos dos años se han sembrado miles de árboles en zonas donde no existían y reemplazado otros que representaban peligro para la población por su precaria situación. Las tareas educativas y de difusión para el cuidado ambiental son parte de los programas que se llevan a cabo. Es de señalar que ese Municipio es de los pocos que han firmado convenios de colaboración con el Centro Mario Molina cuya actividad preponderante está relacionada con el Cambio Climático y uno de los subtemas está vinculado con el elemento tierra.
Es reconfortante ver que los recursos económicos destinados al medio ambiente crecen año con año. En la Ciudad de México los programas ambientales tendrán un presupuesto histórico en 2015 como se resaltó enExcélsior 4 hace unos días y espero que en otros lugares del País también lo tengan lo propio pues el tiempo apremia para enfrentar el Cambio Climático que amenaza todo el orbe.
Con estas noticias la Navidad se tiñe de verde y esperemos que sea así durante el año entrante y los que siguen. Involucremos a los pequeños en esas actividades que en poco tiempo les pasaremos la estafeta ambiental.
Amigos lectores, van aquí mis mejores deseos para esta Navidad y el Año Nuevo que pronto iniciará.
1 COP 20 Conferencia de las Partes de la Convención Macro de la ONU sobre Cambio Climático, Lima, Perú, diciembre 2014
2 Protección de áreas verdes. Dir. Gral. de Gestión Ambiental, León, Gto. Diciembre de 2014
3 Mapa Verde. Dirección General de Gestión Ambiental, León, Gto. diciembre 2014
4 Programas ambientales. J. Sesma Suárez, diciembre 2014, Excélsior