Otra vez el tema del cambio climático acapara la atención en todo el mundo pues su avance se constata permanentemente. Nada menos el día de ayer un catedrático de la Vrije Universiteit, de Amsterdam señaló que los costos estimados del cambio climático no reflejan la dimensión real de sus repercusiones y que están subestimados en más del 80 por ciento y no consignan la seriedad del problema. Así, son muchas las voces que se levantan para señalar las amenazas en nuestra vida diaria.

 

Personalidades que detentan reconocimientos internacionales como Premios Nobel en varias disciplinas, y organizaciones mundiales y nacionales como la FAO (Food and Agriculture Organization) e IMTA (Instituto Mexicano de Tecnología del Agua), por mencionar sólo dos, alertan desde ahora sobre las repercusiones inminentes del suceso y se pronuncian para la creación de diversas instancias que estudien el problema de manera integral, a través de comités, fundaciones, programas, direcciones, etcétera, y sin embargo nosotros como ciudadanos comunes nos preguntamos sobre las formas de participación a nivel de sociedad.

 

Son múltiples las afectaciones pero hay algunas que nos atañen de manera directa y una de ellas está relacionada con la alimentación. Vaya problema. En otras Glosas he compartido mi modesto punto de vista e indicado que una de las implicaciones del fenómeno en comento, es la aparición de largos períodos de sequía con sus inherentes problemas para el abasto de alimentos. Esa incapacidad de poder asegurar la comida tanto para los propios agricultores y sus familias como para toda la población es en verdad preocupante y algo se tiene hacer para adaptarse a la nueva situación.

 

Independientemente del tipo idóneo de cultivo por región, el insumo esencial es el agua y, justamente su escasez e incertidumbre de abasto obligan a optimizar su uso. A nivel macro ya se utilizan sistemas de riego y sofisticadas prácticas de cultivo que hace tiempo se consideraban exclusivas para la producción de plántulas, y me refiero a los invernaderos.

 

Pero volvamos a la interrogante planteada referente a nuestra participación para adaptarse al cambio climático y particularmente en el renglón alimentario. Pero, en la realidad ¿es viable? Sí, abundo. Las variaciones climáticas estacionales, el uso intensivo de fertilizantes para la tierra de cultivo y la escasez de agua, han  propiciado el cultivo  de alimentos en condiciones ideales, “en capilla” y además sin tierra. Ésto es factible a través de la Hidroponia. Mediante esta tecnología se le da a la planta únicamente los nutrientes que necesita en un medio acuoso, controlado y protegido de la intemperie.

 

Las ventajas son múltiples y menciono las de mayor relevancia con objeto que veas amigo lector, una forma de participar a la adaptación del multicitado cambio climático en el rubro alimentario y que puede convertirse, si te animas, en una fuente de ingresos.

 

Aquí te enuncio algunos beneficios: ahorro de agua y fertilizantes, cultivo libre de parásitos, cosechas todo el año, no provoca erosión terrestre, cultivo en zonas urbanas, es una fuente de alimentos que puede ser casera o bien a mayor escala que la transforma en un negocio agrícola. Además, es una excelente forma de educación infantil y juvenil para la autosuficiencia alimentaria. Maravilloso, ¿no te parece?

 

No obstante tantas bondades, y antes que incursiones en ella es menester que reflexiones que la Hidroponia requiere de tu tiempo. No es mágica. Ella pide que la entiendas, que te gusten las plantas, que definas para qué la quieres, también que inviertas algo de dinero. Te comparto dos referencias donde podrás aprender más para guiar tus primeros pasos. En ésta http://bit.ly/zs8405 que se titula ¿Cómo hacer un jardín hidropónico en casa?, encontrarás comentarios para principiantes y ésta  http://bit.ly/RZrTCh  referente a un estupendo libro que lleva por título “Hidroponia Básica el cultivo fácil y rentable sin tierra“, que incluye conceptos básicos y consejos prácticos para empezar de inmediato.

 

La Hidroponia es una forma de cultivo muy noble que ha permitido desde hace muchos años cultivar productos del campo en espacios limitados y que ahora es  una alternativa real para enfrentar los embates del cambio climático en materia alimentaria y convertirse incluso en una fuente de empleo y prosperidad. ¿Será para ti la Hidroponia? Averígualo. A los niños les encantará.