CERVANTINO … un paréntesis cultural.


Como hace cuarenta años llegó la hora de subir el telón para dar entrada a uno de los festivales culturales más importantes de México y del mundo, ¿en dónde?, en la capital cervantina de América, Guanajuato Capital. Es maravilloso que durante el tiempo que dura el evento, se presenten diversas manifestaciones artísticas con el tema obvio de Cervantes, y como cada año los Entremeses atraen todos los reflectores pues aparecen en escena los tres fines de semana.

 

Don Eulalio Ferrer decía de ellos: “Los entremeses cervantinos han sido admirados sin vacilaciones, siempre. Su calidad está basada en el doble juego de fantasía y realidad, tan cervantino. Hechos para reír, como todos sus hermanos literarios, manejan los grandes supuestos de la sociedad contemporánea, burlándose suavemente, con un último regusto de amargura y desencanto. Solamente tras la cáscara de la broma podían decirse, en dos o tres ocasiones, los ecos desengañados que los entremeses (mejor, la voz cervantina) lanzan a la cara del espectador.”

 

Cabe el comentario que la pasión de Don Eulalio por Cervantes y, en particular por El Quijote era tal, que creó el Museo Iconográrfico del Quijote, al que trasladó su colección formada por cientos de piezas alusivas, y que gracias a su generosidad  ahora podemos disfrutar en la Ciudad de Guanajuato. La inauguración del museo tuvo lugar durante un Festival Internacional Cervantino a la que fui invitado sin mérito alguno. Gratitud a los amigos.

 

Por otro lado te comento amigo lector que al Maestro Ibargüengoitia no le gustaban mucho, pues los sentía acartonados, sin embargo reconocía que eran divertidos y muy agudos en las críticas de la época. Me permito agregar que siendo tan cortos, los hacen atractivos para chicos y grandes. Desde pequeño los he visto e incluso fuera del festival mismo, cuando el Maestro Enrique Ruelas los ponía en escena en alguna fecha memorable.

 

Cuando se efectuó el primer festival vivía en la Ciudad de México y al ver el  anuncio que presentarían los citados Entremeses decidí ir pues era todo un acontecimiento. Las situación era complicada pues trabajaba  los sábados, por lo que tuve que pedir un permiso especial para atender un asunto importante. Se me concedió la autorización y salimos el viernes hacia Cuévano para asistir al evento causa del permiso, los Entremeses cuya puesta en escena sería en la Plazuela de San Roque. Disfrutamos enormemente los cuatro que se presentaron en esa pequeña plaza que parece que fue diseñada exprofeso. A la mañana siguiente compramos el periódico y oh sorpresa, @fisicogarcia retratado en primera fila. Se me cayó el teatrito. Cosas de la vida.

 

Muchas veces he estado sentado en las rudimentarias gradas con ganas de bajar al escenario y confieso que el papel de sacristán, en La Guarda Cuidadosa, se me ha antojado siempre, tal vez por la simpática trama del entremés y las andanzas del personaje. Al tiempo.

 

El asistir a alguno de los espectáculos es fantástico, sin embargo no es requisito para disfrutar el ambiente. Hay voces que alarman sobre los “desmanes de la juventud”, y te comento que es exagerada la alerta, no hay tal, aunque obviamente se dan casos, por lo que se puede caminar sin temor alguno por todas las plazas y callejones, con música de estudiantina muy agradable y además en noches típicas de octubre. Si te late puedes entrar a uno de los treinta y tantos museos que hay en esa pequeña ciudad del País donde seguramente encontrarás algo de tu interés. Vayan a Guanajuato.

 

Las noticias rojas, tráfico agobiante y estrés citadino, empujan a buscar sitios de paz y tranquilidad, Guanajuato Capital es uno de ellos y más en estos días de festival. Hagamos del Cervantino un paréntesis cultural