ELECCIONES PRIMARIAS… es nuestro turno


Todavía no hay banderazo de salida para las campañas políticas y ya estamos saturados de mensajes. Lo peor del caso es que aún no se sabe quién es quién, aunque algunos ya fueron traicionados por su subconciente y mostraron el juego anticipadamente. Otros más pretenden cambiar la imagen que tenían antes para dar una cara nueva. Incógnitas.

 

El objetivo de los aspirantes es claro: atraer la atención de electores para obtener la nominación de candidatos oficiales y el primer paso es convencer que son buenos candidatos para conseguir votos. La táctica consiste en identificar los nichos de ciudadanos vis à vis el número de votos potenciales. Parece simple pero no lo es del todo, pues hay variantes en la manera como los mensajes llegan a los electores finales. Es un hecho que ahora las redes sociales constituidas a través de internet hacen que las estrategias se hagan más complejas.

 

Anteriormente, para la mayoría de los ciudadanos no se tenía la posibilidad de expresar puntos de vista pues era menester tener un medio de comunicación vía medios impresos, radiofónicos o televisivos, los cuales estaban reservados a muy pocas personas, analistas en su gran mayoría. Ahora se tiene un canal de comunicación directa y valga la expresión, popular, en el que todos podemos opinar. Genuinos avances democráticos.

 

Lo precedente amigos míos, viene al caso porque el ejercicio electoral previo lo podemos hacer de manera personal y es preciso que hagamos un análisis sereno de las opciones que se nos ofrecen. Es claro que el ser un buen candidato no es condición para ser un buen gobernante, sin embargo es un paso ineludible en nuestra incipiente democracia. No obstante es menester que veamos si el candidato potencial tiene madera para gobernar por lo que es necesario que proyectemos su acción después de las urnas. Elecciones primarias, es nuestro turno. ¿Cómo?

 

Me parece importante examinar a la persona como tal, pensando en sus cualidades morales, pues esa será la base de sus acciones. ¿Subjetivo? Sí, pero hay que hacerlo y es fundamental. No podemos elegir a personas que han traicionado, mentido, delinquido, pues lo harían de nueva cuenta. Cada uno tenemos el derecho de juzgar con base en la información que tengamos. Saquemos la lupa.

 

Otro aspecto a revisar será con base en las cualidades humanas per se y me refiero a su experiencia en la técnica de gobernar, su preparación académica, su cultura, su equipo de gobierno, su partido político. Abundo. Un buen candidato podrá tener el carisma suficiente para atraer votantes pero para lograr un bienestar en la población no basta. Se requiere una persona que haya estado expuesta  a actividades gubernamentales y que su preparación académica y cultura, le permitan ver con un alcance de estadista, a largo plazo y buscando el bien común. Por otra parte es necesario conocer sus compromisos políticos y partidistas y si éstos no serán condicionantes para gobernar. Es importante que las personas tengan la capacidad de deslindarse del partido que las llevó al triunfo para conformar un auténtico gobierno de coalición, es decir con el concurso de los mejores. ¿Podrán aparecer en público sin los colores distintivos de su partido? Hasta ahora ésto último parece un imposible. Democracia en sus albores.

 

 

Un tercer ángulo es el análisis de su plan de gobierno desde un punto de vista conceptual y sobre todo de ejecución. Resulta importante revisar los contenidos de las propuestas que se hagan. ¿Cuáles son sus prioridades y cómo las llevarán a cabo? Interrogantes básicas. Así sabremos su grado de sensibilidad y conocimiento de las necesidades apremiantes y la manera de implantar acciones efectivas y sensatas para subsanarlas.

 

Elecciones primarias, tarea difícil pero insoslayable. Creo que hemos avanzado pero es preciso hacer el ejercicio desde ahora … es nuestro turno.

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