Marchas, mítines, paros, discursos, redes sociales y más, son los medios para manifestar el clima de inseguridad, indefensión y zozobra que vivimos en todo el País. Hemos reaccionado de una u otra forma de acuerdo a las circunstancias propias y ninguna de ellas es la mejor ni la peor. No caben determinismos en estos momentos y, todas tienen un motivo y forma de expresión respetables.
Cuando se dio el movimiento estudiantil del 68, el de la pluma sólo participó en la marcha del Rector con la que se respaldaba la autonomía universitaria, pero antes de ello había escrito unos desplegados alusivos para colocarse en las escaleras de la Facultad de Ciencias. Así actué. Ahora se repite la historia. Con motivo de los sangrientos sucesos no he participado en manifestación alguna, ni he portado brazalete luctuoso, ni tampoco he cambiado mi avatar en el blog y cuenta de twitter. No lo haré. La forma de comunicación del que ésto relata es la escrita a través mi pluma; son la tinta y papel los medios para no quedarme callado.
Recientemente señalaba a través de la red social en la que participo, que en vez de sumarme al paro de labores en señal de inconformidad, trabajaría el doble, mi quehacer hídrico – energético – educativo, y además el de algún parista. El primero ya lo conocen amigos míos, pero el segundo tiene que ver con mi preocupación porque se resuelvan los problemas arriba aludidos. En las Glosas próximas anteriores indicaba que el diagnóstico debía ser expresado como ecuaciones difíciles que se resuelven con soluciones múltiples. Después de casi dos semanas, reitero ampliamente lo indicado.
Una de las variables que identifico es la educación, con la sub variable infantil. Por otro lado vislumbro una serie de soluciones, que dan respuesta a la variable compleja. Nota: cualquier similitud con la lógica matemática formal no es coincidencia, es una aplicación verdadera en tiempo real. Disculpa.
La velocidad con la que nuestros niños aprenden es impresionante y rebasan cualquier programa vigente. Piden más. Considero que es momento de promover una Reforma Educativa Integral, que contemple la capacidad de aprendizaje actual y la temática de conocimientos para los educandos. Las experiencias educativas en materia hídrica e informática con los chicos de quinto grado que he tenido, son un ejemplo de la obsolescencia de los programas actuales en ciencias naturales y su inminente modificación. Por otro lado, me parece urgente la revisión de los contenidos de las materias de corte social y formativo como Civismo y Moral. No dejo de indicar la necesidad del análisis profundo relacionado con el magisterio, pero ese es otro asunto para otro ensayo.
Por otra parte, he señalado que los niños son nuestros y no del Estado, por lo que los primeros interesados en la formación de ellos somos los papás. Aboquémonos a reforzar su educación en materia de valores éticos, pero en casa. Sí, en casa. Démosles “Cápsulas con Valor” con dosificación a discreción de los padres. Y ¿cuáles son esas fisicogarcia? Pregunta difícil para mí que sólo soy padre y abuelo. En esas tareas educativas siempre tengo en mente las enseñanzas de mis maestros de Ética y Sociología, que recalcaban con afán los principios de la moralidad de los actos humanos. Nos hablaban de la axiología como la materia que estudia los “valores” y que éstos despiertan en nosotros afectos o sentimientos como el amor, la admiración, el respeto, o bien la estimación.
Los valores positivos le dan al hombre dignidad, grandeza y lo perfeccionan. Los conocemos mejor cuando los comparamos con los negativos y los aquilatamos en toda su magnitud en el momento que los perdemos. No es mi intención dar una clase sino compartir algunos conceptos básicos.
Mi maestro de Ética en el CUM, Don Fernando Sodi Pallares, distinguía cuatro tipos de valores: a).- infrahumanos, que no son exclusivos del hombre, como la salud y enfermedad, fuerza y debilidad, belleza y fealdad, por mencionar algunos; b).- humanos, que refinan nuestro ser, como la inteligencia y tontería, conocimiento e ignorancia, riqueza y pobreza, y otros; c).- morales, que perfeccionan los actos humanos, son los bienes éticos como la honradez, el respeto, la generosidad, etc.; d).- religiosos, que están sujetos a actos de fe.
Las “Cápsulas con Valor” son mi contribución en las series de soluciones para las ecuaciones difíciles que representan la situación prevaleciente y a la vez son mi trabajo extra comprometido. A lo largo de dos semanas les compartiré a través de este medio y en twitter, algunas ideas en materia de valores moralesque se podrían enseñar a los chicos. La mayoría de ellas ya las conoces amigo mío y sólo las resalto y doy ejemplos de aplicación inmediata. Ojalá sean de utilidad.
Yo ofrezco esas “Cápsulas con Valor”, pero la dosis es a voluntad tuya