El inicio del proyecto de Monitoreo de la Calidad del Agua con el auxilio de niños ha sido impactante para el que ésto relata. Desde que comprendí todas las facetas del programa sabía que se me presentarían muchas sorpresas pues era algo nuevo en lo que no tenía experiencia alguna. A las preguntas directas sobre los pasos a seguir en el futuro inmediato he contestado que tampoco tengo respuestas y pido tiempo para hacerlo.

 

Cuando planteaba la necesidad de incorporar una historieta a la capacitación campesina en materia de agua y energía, la situación fue parecida: no se tenían antecedentes y había que abrir brecha. Tampoco tenía referencias para el uso de vídeos en la enseñanza del ahorro de agua para agricultores e industriales, y pude hacer algunas innovaciones. Retos de la vida.

 

El programa como tal es una tarea educativa por excelencia que se basa en estimular a los niños en la medición de la calidad del agua que tienen a su alrededor. No se refiere a la enseñanza de conceptos teóricos como el ciclo hidrológico, prácticas para el ahorro de agua, o bien acciones que previenen su degradación. No minimizo la importancia de ésto, sino las coloco en un nivel de información básica, ya incluidas en los planes de estudio escolares. El proyecto rebasa ese alcance. Estoy enfrente de una actividad nueva que parte de la potencialidad de los niños en esa etapa de su Educación Primaria. Sí es posible.

 

A través de la red social twitter he comentado los pasos dados para lograr los avances a la fecha después de haber iniciado hace seis meses. El tema de estas Glosas se generó de la reacción de los niños de quinto de primaria de tres escuelas en sendas comunidades rurales en San Miguel, a los que les di una plática básica sobre el tema. El punto culmen ocurrió cuando la maestra les pidió a los niños que hicieran las preguntas sobre la práctica que habían hecho días antes. Uno de los cuestionamientos fue que si el paquete de monitoreo de calidad del agua que usaron, servía para medir el pH de la lluvia ácida. Me quedé impávido.

 

El programa de ciencias naturales de quinto de primaria no contempla el concepto de pH ni menos su asociación con la lluvia ácida, por lo que la pregunta nació de la plática, cuento sobre el programa de monitoreo y lo que ya sabían. Se hicieron otras preguntas sobre  las mediciones en sí y las acciones para corregir lo que estuviera mal. Compromisos tácitos sin ser como promesas de campañas electorales.

 

¿Qué fue lo que ocurrió? Simple y llanamente los pequeños mostraron su enorme potencial. Los niños no son adultos en miniatura sino seres en formación que se convertirán paulatinamente en los hombres del mañana.

 

El tema es muy trillado y utilizado por muchos para hacer creer a quien lo toca de una sensibilización en la educación infantil. Nadie puede negar que es importante pero tengo la impresión que se atiende con hastío, usando viejos cartabones que están lejos de nuestro tiempo. Cuando trataba el tema de libros virtuales, decía que los éstos son fiel reflejo de la época en que se vive, así creo también que los contenidos de enseñanza y los métodos didácticos deben adecuarse a esos  momentos.

 

No tengo conocimientos de pedagogía salvo los que aprendí durante las pláticas del seminario “Escuela de Padres” cuando mis hijos eran pequeños. Nada más.  No obstante me parece que al considerar a los niños como adultos en miniatura se resta importancia a esos primeros años. Se considera que olvidarán todo lo que sucede y aprenden en esa época. Aseveran los peritos en materia educativa que esos años de Educación Primaria, son los más impresionables en la vida de las personas y que en esa etapa desarrollan potencialidades y formas de conducta. Tomo nota.

 

Es un hecho que en el mundo actual, los niños reciben mucha más información en comparación con la que nosotros obtuvimos por lo que subestimamos su potencial y seguimos con planes de estudio anacrónicos, aunque hayan sido adecuados recientemente. Son generaciones que viven tiempos de manera condensada que pueden dar más y lo piden. En estos seis meses de maduración del programa en comento, he podido constatar lo anterior y además su disposición a aprender algo nuevo fuera del programa escolar. Maravilloso.

 

Educación Primaria, momento de formación que hay que replantear desde sus bases. Es por nuestros hijos y nietos, es por México