LA ESCRITURA… expresiones de la mente


Voy a cumplir tres meses de haber entrado a la arena del diálogo de bote pronto y poco a poco me voy hallando; aclaro que me refiero al conocidísimo (¿?) twitter, órale. ¿Y eso?. Tal vez recuerdes amigo mío los repelos sobre la necesidad de aprender nuevos lenguajes para sobrevivir en el mundo actual, y no me refiero a otros idiomas convencionales sino a los cibernéticos. Ya no me quejo, a veces ofrezco disculpas por errores gramaticales y me lanzo a escribir en el sitio.

 

Me cuesta trabajo comunicar lo que mis neuronas han acordado pues el espacio es muy limitado y el factor tiempo agrava la situación. Siempre he batallado al escribir recados cortos, desde instrucciones al personal doméstico hasta mensajes familiares en casa. Pero esta modalidad de expresión exige hacerlo y rápido, de bote pronto, así es, de lo contrario te quedas mirando el charloteo y cuando quieres intervenir ya entraron dos o tres tweets nuevos haciendo obsoleto tu comentario. A cargar las pilas.

 

No cabe duda que es un ejercicio interesante al que siempre fui reacio por desconocimiento. Pensaba que era un foro de discusión abierta y no me gusta entrar en debates estériles, cuando las partes no son homogéneas o cuando no existe intención alguna de escuchar aunque se oiga. Pero no es así en el grupo en el que ahora estoy, en donde con respeto absoluto se leen los comentarios vertidos y se inician diálogos amenos, interesantes, ilustrativos y hasta divertidos.

 

Como más de uno lo habrá notado mis incursiones son parcas y trato de expresar lo que ocurre en mi mente en ese preciso momento. No tengo un objetivo definido ni mucho menos, sólo parloteo, y me encanta el término, sobre lo que hago, pienso y también lo que siento; todo depende de la circunstancia y ánimo que esté. En la mañana es obvio que mi trabajo ocupa la mayor atención y entonces sí, comento el quehacer inmediato y que puede derivar en un pensamiento adjetivo que matiza lo primero; en otros casos es una reacción a lo que leo en las noticias o bien lo que siento al ver el entorno.

 

El común denominador de mis participaciones, y no nada más en el foro que nos ocupa, es mi temperamento extrovertido que hace que hable, que me exprese, que escriba. Yo no me he calado como pintor y tengo antecedentes genéticos fuertes, pero mi forma de expresión no es la pintura sino la escritura. En otras Glosas decía que me sitúo más como comunicador que como escritor por respeto a mis colegas, maestros y eruditos en estas lides.

 

Mi preocupación va más por el fondo que por la forma y obviamente me inquieta que esta última distorsione lo primero. No obstante, en mis ensayos como el que lees amigo mío, trato de usar el mínimo de palabras y colocarlas de manera que armonicen en conjunto, y hagan del escrito un agradable camino por el cual transiten las miradas y descubran lo que pasa por mi mente. Óle. En el twitter, simple y llanamente no puedo hacerlo; es  otro espacio de escritura que visualizo como una ventanita por la cual me asomo y puedo comunicar mi interior sin que nadie me lo pida, o bien quedarme callado leyendo lo que otros parlotean: un griterío con  opiniones, sentimientos, promociones, quejas, diálogos, etc. Es divertido, entretiene y aprendes de otros. Intenta.

 

Asimismo te invito a que tomes la pluma, (no se me quita la costumbre) y aflojes la mano para que las ideas se plasmen en el papel así como hacen los pintores con sus pinceles y colores en sus lienzos. Busca tu momento. Recuerdo que mi tío Luis se quejaba de no poder pintar porque estaba nublado. Me imagino que la nostalgia que impera en los días grises, bloqueaba su inspiración; nunca se lo pregunté. De igual forma yo no doy golpe en un ambiente ruidoso, escribo en silencio y San Miguel se presta. Hay que empezar y probar. Recuerda que la escritura permite las expresiones de la mente. Que la disfrutes.