AUTOPISTA Y TREN INTERUBANO… ¿propósitos de año nuevo?


Tenía unos apuntes para esta columna sobre el tema de las últimas dos semanas referentes al cambio climático, pero los dejo para después pues creo que es demasiada información; resumo simplemente que si los grandes emisores de contaminantes no trabajan en su disminución, los esfuerzos de los demás serán inútiles dado que prevalece la proporción de Pareto de 80 – 20, es decir que el 20% de los países del orbe generan el 80% de las emisiones nocivas totales.

 

Dejo el asunto y me concentro en lo que me parecía una noticia extraordinaria referente al anuncio de la autopista San Miguel – Guanajuato Capital. Ahora, días después, no lo creo. Pero, ¿por qué mi escepticismo?. Mis queridos lectores, ustedes conocen la conseja popular que dice “la burra no era arisca sino que fueron los palos los que la hicieron”. Y viene al caso porque ya son muchas veces que nos han ilusionado con esa autopista y nada; lo mismo se puede decir con relación al tren inter urbano con ruta León, Silao, Irapuato, Celaya, con ramales a las dos ciudades de la mencionada autopista, y los resultados ya los sabemos, nulos. Me parece por tanto que son propósitos de año nuevo y pensando mal, nótese la acción de mis neuronas negativas, creo que son las primicias de los preparativos para las campañas electorales que ya se vislumbran. Material comercial de primera y además, probado.

 

Hemos presenciado muchas etapas pre electorales y siempre es lo mismo. En lo personal, el problema es que no me puedo acostumbrar y caigo en la trampa. Si amigo mío, me entusiasmo pues creo que nos acercamos al primer mundo con vías de comunicación terrestres como las que alude la columna, con paraderos y estaciones intermedias con todos los servicios, etcétera, etcétera; sueños. Como consultor en activo, viajo por todo el estado con mucha frecuencia, y principalmente a la capital del estado y a León, y como el de la pluma, somos miles de guanajuatenses que esperamos el tener dichos medios de enlace físico.

 

 

Hace años mi padre me presumía que Guanajuato era el estado mejor comunicado del país, situación que de niño no entendía, ni menos la importancia de lo aseverado, pero con el tiempo lo fui constatando. En la actualidad considero que la red carretera nuestra es buena, pero no crece con el ritmo que quisiéramos, lo cual es preocupante toda vez que se han hecho múltiples inversiones industriales y educativas, que necesitarán de ese medio de comunicación, so pena de que operen con ineficiencia. Lo mismo se aplica a la red ferroviaria, que no ha cambiado desde los festejos del centenario, allá por el 1900 y no nada más en Guanajuato sino en todo el país.

 

Resultaría ocioso el señalar todos los anuncios y menciones de ambas obras, pues la lista es larga y sólo comento que yo mismo he participado en varias instancias cuando se veía muy cerca el inicio de los trabajos del proyecto del tren interurbano. Desde mi trinchera como Patrono de la Universidad de Guanajuato, di mi punto de vista en varias sesiones, señalando las bondades que traería el paso del tren por sus terrenos en las cercanías de Irapuato, donde la casa de estudios tiene uno de sus campus educativos. La conveniencia ya la adivinas amigo lector, enlazar los servicios académicos de nuestra universidad pública por todo el estado. ¿Como de primer mundo?, sí, por supuesto, como ocurre en múltiples sitios en el extranjero, donde los estudiantes llegan a los recintos universitarios por ferrocarril sin necesidad de automóvil. Esa es mi aspiración; que nuestro estado sea de primera, de clase mundial. ¿Será posible?

 

Espero constatar que ambos proyectos no fueron simples deseos de Año Nuevo, ni menos argumentos en pro del voto electoral. Al tiempo.

 

 

 

 

14 de diciembre del 2010

 

 

 

P.S. El multi anunciado blog está por salir. Tarda, pues hay que atender muchos detalles, toda vez que allí sí hay quincenas de por medio.