COMPROMISO ADICIONAL … con San Miguel


Por estas fechas estará dándose el resultado de la selección del Consejo Directivo de SAPASMA, el organismo descentralizado que tiene por misión el cuidado y suministro del agua sanmiguelense y te comento lector amigo, que a petición familiar, de varios amigos, y por decisión propia, registré mi propuesta para que se me considerase como pretendiente a formar parte de dicho Consejo.

A lo mejor te preguntarás para qué si todo es política y tienes razón, sin embargo soy persistente y vi la ocasión de participar un poco más con mi experiencia y conocimiento en esos temas y contribuir con otro granito de arena, (que cursi), en el manejo integral del agua, del que tanto he hablado y escrito durante tres décadas. Ya en el libro que tu conoces externaba mi preocupación sobre el descuido en muchas facetas relacionadas con el tema y modestamente daba ciertas líneas para corregir el rumbo del uso y preservación del recurso. Esa es la explicación, un compromiso adicional pero con San Miguel, y conmigo mismo.

En mi propuesta de trabajo señalo acciones a corto, mediano y largo plazos, con plena conciencia que los tiempos de actividad, tres años, impiden la vigilancia y ejecución de muchas de ellas. Ya veremos que resulta de la selección que lleve a cabo el H. Ayuntamiento y si se me considera adecuado para formar parte del mencionado Consejo. Te mantendré informado amigo mío, y en su caso, te comentaré algunos de los temas propuestos.

Muy a propósito de los tiempos de ejercicio de gobierno municipal y de actividad legislativa, de nueva cuenta me surge el cuestionamiento de los tres años que duran, que en innumerables casos se reducen a dos. En estas condiciones es difícil incluso iniciar acciones a largo plazo, pues nuestros políticos necesitan “obras terminadas”, que sean como cartas credenciales para acceder a otras posiciones. Así las cosas, sólo se realizan tareas de muy poco alcance, dejando a la deriva las que permiten garantizar un futuro sustentable. Desafortunadamente el esquema de tres años da la pauta para la improvisación y el desarrollo de actividades superficiales, muchas de ellas de maquillaje. Hasta cuándo.

La situación es alarmante en todos los rincones del país y para muestra menciono lo reportado en estos días que a nivel nacional, el 22 % de los diputados federales y locales, han dejado sus curules para iniciar el proceso de cambio a otra posición política, del tipo de alcaldías o regidurías. El dato de funcionarios municipales o regidores, que proceden de igual manera no lo tengo, pero no dudo que sea parecido. El hecho es que cada tres años nos quedamos sin los gobernantes y legisladores que elegimos, para aceptar los interinos, que en el mejor de los casos terminarán las tareas iniciadas por los titulares electos. Por otra parte, el esquema es por demás carísimo, dado que además de la obvia ineficacia gubernamental, aparecen los gastos electorales. Nefasto.

Desde mi óptica, tiene que corregirse ésto mediante la extensión de los períodos a seis años, pues no cabe pensarse en la reelección, palabra tabú, si no prohibida en nuestro léxico político. Estamos muy “verdes” todavía, para atrevernos a manejarla. Al tiempo.

Para un ciudadano común como el que esto escribe, nos resulta difícil el vislumbrar el camino para lograr dicho cambio, pues a los políticos mismos no les gusta el tema y prefieren dejarlo así, pues el cambio es un bumerang o una arma de dos filos, que de alguna manera les afecta. Pero entonces ¿quién vela por los intereses genuinos nuestros?. y respondo de inmediato para no provocar una respuesta burlona, … nadie, estamos al garete. ¿Será esto una invitación a participar de manera más activa?. Tal parece que no hay vuelta de hoja y hay que replantear la posibilidad de aceptar otros compromisos que fueron desechados hace tiempo. Y después ¿qué?. ¿Nos convertiremos automáticamente en los mismos políticos que ahora criticamos? Difícil disyuntiva.

Por el momento, sólo ofrezco un compromiso adicional. Ya veremos, yo no decido.

P.S. Y la mentada yuca, junto con sus hierbas parásitas, ahora ya dan sombra a perros callejeros. Sigo luchando.

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