Tenía la firme intención de dedicar estas líneas a la importancia de diversificar nuestra oferta turística, hacia el patrimonio arqueológico, y motivado fuertemente, otra vez, por la influencia del Mayab, esta vez por mi visita a Xcambó, en la costa norte de la península; tal parece que Yucatán, seguirá siendo un polo de atracción personal y familiar en los próximos años. En otro momento retomo el tema, amigo lector.

Cambio radicalmente de materia y brincamos al agua de nueva cuenta, y será posiblemente la penúltima vez que lo aborde. Me cayó de sorpresa que recientemente se dieron unos señalamientos en torno a la precaria situación que guardan los acuíferos de nuestro estado y el autor de la nota periodística, sacaba a relucir un estudio muy importante sobre el tema, realizado por la UNAM, Campus Juriquilla. Al día siguiente, el ágil reportero buscó a la Secretaria Ejecutiva de la Comisión de Aguas de Guanajuato, para tomar su parecer y de manera muy elegante, dijo no conocer el trabajo, pero que lo haría para entonces sí, poder opinar.

Para una gente que venga de Singapur, por mencionar un país lejano y sin una relación directa con el devenir hidráulico de nuestra región, y que quisiera adentrarse en nuestra economía, los mencionados glosas le podrían parecer muy oportunos y sensatos, y por demás digna de encomio la preocupación mostrada por los profesionistas y sus instituciones. Pero amigo lector, no nacimos ayer y vivimos aquí.

Es verdaderamente increíble, que un trabajo del que el suscrito tuvo conocimiento hace ocho años, ocupe otra vez los encabezados de los diarios y que por otro lado, en la Comisión Estatal de Agua, CEA, no se haya difundido el trabajo en el que esa misma autoridad estatal participó. Insólito.

Ya había comentado en esta misma columna, que absolutamente todas las autoridades en los tres niveles de gobierno, consideran que el agua es un tema prioritario y así, con bombo y platillo, lo hacen saber a sus gobernados con el auxilio de algún despistado reportero, que magnifica la declaración y que le da fiel seguimiento durante las setenta y dos horas siguientes. Pasado el tiempo crítico, todo vuelve a su calma, y el problema continúa agravándose día con día, hasta que otra vez alguien se tope con un estudio como el que se menciona, y con el afán de vender a su jefe de producción un tema candente de interés mundial, lo saca a la luz de nueva cuenta. Así es nuestro país.

Y te preguntarás paciente lector de temas tan áridos como éste, los profesionistas, ¿qué hacemos para remediar lo anterior?. Pues bien, te diré, mucho, pero nada efectivo. Abundo. Hablando en primera persona, he participado en una enorme cantidad de conferencias paneles y simposia; a partir de 1975, año en el que presenté en el Organismo Internacional de Energía Atómica en Viena, Austria, donde estudiaba y laboraba, un trabajo relacionado con el manejo profesional y cuidadoso de los acuíferos en zonas áridas como México. A partir de esa época, colaboré con la UNAM desde Europa, para el establecimiento del primer laboratorio de hidrología isotópica en el Instituto de Física, génesis del grupo que realizó el estudio arriba aludido y que abriría la brecha para dar al manejo del agua subterránea, un toque profesional y con “tecnología de punta”. Tanto como estoy enterado, lo que queda es ese primer grupo de geohidrólogos, es ese y otro más en el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. Saldo triste y el problema se agrava.

Con toda honestidad, ya decía que el resultado de mi gestión en materia de agua a nivel regional, ha sido negativo, pues de lo contrario, los niveles de los mantos subterráneos no estarían en la situación en que lamentablemente se encuentran. Recientemente, tu lo sabes, publiqué un libro sobre el agua en San Miguel de Allende, histórico y técnico a la vez, en el que otra vez hice señalamientos para la defensa del recurso. En el mes de diciembre apareció Glosas con el trillado tema, pero con mucho entusiasmo, pues se vislumbraba que se aprobara un proyecto propuesto por el de la pluma, orientado a la formulación de un diagnóstico del agua subterránea y al establecimiento de un sistema de monitoreo permanente de ella, pasando la responsabilidad del recurso, al municipio. Se obtuvo la conformidad de cinco municipios incluyendo el nuestro, de la CEA y de CODERNORTE, instancia regional de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano En muy poco tiempo, el gozo al pozo. Nuestra realidad.

Resulta, que la propia Secretaría, patrocinadora y promotora de una serie de proyectos de desarrollo social, en el que se incluían los temas de corte ambiental, y obviamente el agua era uno de ellos, canceló mi propuesta, pues consideró que tenía prioridad el apoyo a capricultores para la producción de cajetas y quesos, entre otros. Amigo lector, que me vas conociendo, no tengo nada en contra de cabras y chivas, pero hay niveles de prioridad y parece que allí no se tienen claros. Increíble pero cierto. Es queja formal. No nada más fue mi proyecto el desechado, sino otro más orientado al agua superficial, al rescate de la cuenca del río de la Laja. Invertimos horas, días y meses, para la preparación de documentos y estructuración de los formularios. Todo a la basura. Falta de respeto al trabajo. Una ignominia.

¿Cómo vamos a avanzar con gente de gobierno que no sabe escuchar, que no quiere compromisos, que ni siquiera oye, como si estuviésemos en medio desierto, gritando sin respuesta? Así nos ha tocado vivir.

De nueva cuenta, aquí me tienes asiduo lector de mi columna, leyendo mi penúltima contribución sobre el tema. Nótese mi optimismo, pues la última será antes de mi partida final, por lo que … habrá más.