Otra vez el tema del agua cubre los espacios noticiosos y no es para menos, pues no deja de preocuparnos y lo digo como ciudadano igual que tú amable lector que lees estas líneas.
Desde que empezó la temporada de lluvias, hemos leído varias notas referentes a los estragos que han causado éstas tanto en el campo como en las zonas urbanas, a lo largo y ancho de nuestro estado, incluyendo nuestro San Miguel. Siguiendo el refrán popular que reza “después de niño ahogado, tapan el pozo”, empiezan a plantearse soluciones para que en el año siguiente no se presenten tales afectaciones. Tal es el caso de lo que ocurre en nuestro casi vecino municipio de Irapuato, en el que durante la pasada temporada de lluvias, se presentaron varios casos de hundimientos y grietas en la propia ciudad, con el asombro de la ciudadanía y preocupación de las autoridades, que respondieron diciendo que el problema se presentaba por fugas en la red, pero que tomarían cartas en el asunto.
Hace diez años el que ésto escribe, fungía como asesor externo del organismo operador JAPAMI, y mencionaba de manera insistente que la extracción de agua subterránea en la cabecera municipal, aunado con las fallas tectónicas que pasan por ella, eran las causas formales de los asentamientos de terreno y fisuras en las calles, por lo que se sugería que se debería suspender ese bombeo y reubicar los pozos de agua potable en la periferia, en zonas cercanas a los cauces de arroyos y en paralelo, iniciar las tareas para llevar agua de las presas cercanas para potabilizarlas y entregarlas a la red municipal. Nada pasó y se siguió con la misma estrategia de seguir sacando agua del subsuelo. Desafortunadamente el tiempo pasó y me dio la razón.
Con gusto me entero por la prensa, que las autoridades irapuatenses están iniciando acciones en ambos sentidos, aunque esto signifique trabajo “complejo y de largo plazo” y que no reditúa políticamente. Soluciones valientes, las llamo yo. Indudablemente, estos hechos hablan de las genuinas acciones de gobierno del alcalde y su grupo edilicio, que adicionalmente y por la envergadura de las tareas, han buscado y conseguido, el apoyo de nuestros representantes en el Senado y Congreso. La muestra está puesta y hay que seguirla. Si se puede.
Para nuestro municipio, es perfectamente aplicable lo que se hace en aquéllas tierras hermanas, en lo que se refiere al abasto de agua potable a partir del agua superficial de la Presa Allende, como lo ha planteado el de la pluma en varias instancias, al igual que a través de una galería filtrante en el cauce del río de la Laja, en las inmediaciones de Atotonilco. Reconozco el interés de lo anterior por parte de nuestras autoridades, sin embargo no basta el interés y preocupación, necesitamos empezar ya, porque efectivamente las tareas no son sencillas ni a corto plazo, hay trabajo en los tres niveles de gobierno y para tener éxito es preciso buscar los apoyos necesarios. Se trata de acciones trascendentes, para los sanmiguelenses que darán certeza a nuestra sustentabilidad económica , que redundará en el beneficio social tan anhelado. Necesitamos de esas soluciones valientes.