En días pasados apareció el bando con la convocatoria hacia la sociedad sanmiguelense, para proponer los nuevos usos de las antiguas instalaciones de la Presidencia Municipal. A la luz de los acontecimientos recientes de intensa participación ciudadana, pareciera que nuestras autoridades actúan con demasiada cautela y prefieren que sea la “gente” la que decida con un acto democrático y ellas, siguiendo la voz de pueblo, no corren el riesgo de fallar. Esta apreciación no resulta justa del todo, pues en la propia convocatoria, ya se deja oír el pensar de nuestra autoridad sobre el futuro uso y pide, con sensatez, a quienes tenemos derechos como sanmiguelenses reales, opinión formal pero dentro de un marco de desarrollo cultural y educativo, dejando fuera los usos extravagantes que se han dejado escuchar en los últimos días.

Los riesgos de dejar abierta la convocatoria para que cualquier persona opinara, crearían un verdadero maremágum de ideas sin ton ni son, y ya lo pudimos constatar: la gente opinó de acuerdo a sus intereses, así ya oímos propuestas de personas quieren que sea un tianguis de artesanías, otra que sea un pasaje con tiendas y restaurantes, alguien más que vuelvan las oficinas gubernamentales, también hay opiniones sobre un antro, galerías de arte, etc., etc., y se suman a estas propuestas, algunas verdaderas ocurrencias, otras voces despistadas como el que esto escribe, opinando en sentido no comercial ni artístico, sino en el ingenuo campo educativo y cultural. Afortunadamente la convocatoria da la pauta y orienta sobre los posibles usos en la misma línea del que esto escribe.

Coincidimos.

Hace meses comentaba en otras Glosas tituladas “Instalaciones Ociosas”, mi parecer en torno al controvertido tema y esbozaba algunas ideas sin conformar una propuesta formal. A raíz de la publicación del bando en cuestión, retomo el tema y doy mi punto de vista, ahondando más y acercándome a una propuesta ciudadana, exponiéndome a que lo yo diga, lo haga propio alguien más, pero no importa, mi interés en San Miguel va más allá de correr esos riesgos tan humanos, aunque desleales.

La idea que ofrezco, misma que está planteada en unas cuartillas que entregaré, de acuerdo a lo que establece la “Convocatoria”, parte de la base de crear un Centro Cultural, que contenga diversas áreas de desarrollo cultural y educativo. Las instalaciones en cuestión pueden dar albergue a varias zonas, con objetivos y temáticas diferentes, pero que cumplen el propósito de ofrecer sitios que San Miguel necesita con urgencia. Yo distingo cuatro áreas fundamentales : Ayuntamiento, Museos, Auditorios y Servicios. ¿Por qué esas áreas?, preguntarás amable lector. Abundo.

La primera se justifica pues cabe recordarse que el primer ayuntamiento de nuestro país tuvo su sede en ese lugar y justo es que siga allí, además con el mismo uso en nuestros días. Esa área deberá dar albergue al Archivo y Biblioteca Municipales y la oficina del Cronista de la Ciudad. En la que llamo Museos, estoy proponiendo varias salas de exhibición en los temas de Agua, Arqueología, Artesanías, Ecología e Historia. En el espacio denominado Auditorios, sugiero la apertura de varias salas: de audiovisuales para turistas y ciudadanía en general, de exposiciones temporales y otra de usos múltiples. Finalmente en el área de servicios, el Centro Cultural deberá contar con servicios de librería, internet, cafetería, guardarropa, tienda de souvenirs, por mencionar los más relevantes.

Me parece que de esta forma se cubren necesidades que muchas de ellas tal vez no habían sido contempladas ni mucho menos planeadas, pero que ahora es momento de corregir, pensando en los beneficios que cada una traerá. Demasiado optimismo, dirán algunos, no lo creo, pues la materia prima existe y sólo falta organizarla, y los recursos económicos se justificarán con los alcances que ya imaginas amigo lector. Tenemos que tener metas altas y sobretodo no queremos más de lo mismo, proponemos un uso de verdadera trascendencia. Llegará mi propuesta en unos días y pido tu apoyo.