UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO…colmena legendaria


Tal vez para algunos de ustedes, pacientes lectores de estas líneas, no les llame el encabezado de la columna y es por ello que es a ustedes a quienes me dirijo para aclararlo a modo de glosa. Para la celebración del primer centenario del Colegio del Estado, hoy, Universidad de Guanajuato, allá en 1928, dicen las crónicas de la época, se formó un Comité de maestros eméritos para organizar los festejos, pues llegar a una centena de años para un centro educativo como lo era, ameritaba no uno sino varios eventos. Dicho comité lo encabezaba Don Ponciano Aguilar, maestro decano del Colegio, y una figura sobresaliente en el campo de Ingeniería de Minas. Uno de los encargos del comité era el hacer un folleto con la semblanza del Colegio, un himno universitario, un escudo, además de conferencias magistrales y exposiciones estudiantiles. Fue en esas fechas cuando se acuña el término de “colmena legendaria”, en el documento que preparó Don Fulgencio Vargas, cuando lo refiere a la antigua escuela, que atrae y aglutina en sus panales internos, el trabajo constante de las abejas universitarias.

Todo esto viene al caso amigo lector, porque hace poco el que esto escribe, fue designado Patrono de la Universidad de Guanajuato, lo que me llena de satisfacción, dado que esa “colmena legendaria”, abría sus puertas a uno de sus miembros, que como ustedes saben, no pasé por sus aulas, sin embargo la formación que recibí de mis padres, abuelos y bisabuelos, si es de esa casa de estudios. A mucho orgullo, comento que tanto mi bisabuelo Nicéforo Guerrero, como mi abuelo Jesús García Trujillo y mi tío abuelo Euquerio Guerrero, formaban parte del Comité Organizador y que el último fue coautor de la música del Himno, y la letra del ya aludido Don Fulgencio Vargas. Mi padre Adolfo García, aún no llegaba a Guanajuato Capital, estaba todavía en San Miguel, preparándose para iniciar sus estudios en la Facultad de Derecho.

Uno de las encomiendas que tiene el Patronato de la Universidad, es el propugnar porque sus recursos materiales y sobretodo humanos, se preserven y crezcan para ofrecer educación para los guanajuatenses; con gusto he tomado el encargo y trataremos de enfocar líneas de acción para nosotros los sanmiguelenses y para ésto necesito su apoyo, lector y lectora de estas líneas, para tomar ideas frescas para que la Universidad responda a los requerimientos de la sociedad aquí en nuestra ciudad. Ya nos hemos quejado en esta columna de la ausencia de centros de educación media y superior y la gran oferta de centros de arte y diseño. Ahora viene el momento para identificar los objetivos a corto y mediano plazos, para abrir los caminos que nos lleven a ese fin.

Por otro lado, la Universidad necesita recursos económicos, por lo que buscaremos esquemas equilibrados en los que la sociedad tenga un respaldo formal de ella en temas de nuestro interés y que en contraprestación, la primera reciba el pago justo por los servicios prestados. San Miguel necesita tener una base humana profesional, que responda a las necesidades del saber de todos y esto no se logra de la noche a la mañana, sino que se va conformando con el tiempo.

La Universidad tendrá presencia en nuestra ciudad y entre todos encontraremos el esquema óptimo. He recibido varios correos con diferentes inquietudes de educación, por lo que se que existe el elemento básico que es el educando, ávido de enseñanza. La “colmena legendaria” abrirá sus puertas a ti sanmiguelense, y te invitará a formar parte de ese conjunto de abejas que construyen el panal en nuestra Ciudad. Lo vamos a lograr.

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