En el momento que escribo esta nota, se están debatiendo en nuestra ciudad dos temas: la celebración de la sanmiguelada y la aplicación de un reglamento para el manejo de la zona aledaña al parque ecológico Charco del Ingenio. Dos asuntos muy diferentes dado que el primero tiene incidencia en la actividad turística a corto plazo, con repercusiones económicas inmediatas, el otro incide sobre el medio ambiente, con resultados a mediano y largo plazos, pero ambos están en la boca de todos nosotros y hay que decir algo; lo haré sobre el primero, dejando para la siguiente entrega el tema ambiental.
Los argumentos en pro y en contra se ubican, unos en el beneficio económico que trae el evento y los otros en el desprestigio de nuestra ciudad que se convierte en un mega “antro”. Se comenta que la derrama económica por el evento es enorme, y que para muchos establecimientos es el mejor día del año y en muchos casos es el fin de semana más productivo, sin embargo, comparado con los ingresos anuales, me informan no representan ni el cinco por ciento. El razonamiento económico se desvanece.
Viendo el evento desde el otro ángulo, me parece que no es tan agradable para nosotros sanmiguelenses comunes y corrientes, el hecho que la gente venga exclusivamente a nuestra ciudad, por que se convierte en un mega antro. Y creo no ser un puritano que le asuste el asistir a un bar y desvelarse, ni mucho menos cuestionar a quien lo hace, pero que la atracción anual, que se anuncia nacional e internacionalmente sea solamente eso, una borrachera generalizada, no estoy de acuerdo. Me parece triste que ese sea nuestro máximo evento turístico. Es cuestión de principios.
El argumento para su cancelación basado en los daños a nuestros edificios, fuentes, calles, etc, es pobre, pues contra eso, viene la solución, te lo pago y asunto arreglado; los argumentos de desorden por pleitos, falta de baños, basura, también son endebles, pues con dinero se resuelve el problema. Pero la imagen nuestra, de nuestra ciudad, allí queda y se generaliza, si no es que ya está acuñada. Las autoridades esgrimen también que como vienen los inspectores de la UNESCO, debemos comportarnos bien y no dar el espectáculo del antro masivo, por lo que se debe suspender, creyendo que con esto los jueces, no tendrían motivo para la cuestionar la aprobación de nuestra solicitud de ser Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Ahora bien, querido lector, al cancelar el evento como tal, el encierro de toros en las calles circundantes al Jardín, yo creo que no vendrán los 50 mil jóvenes, pero vendrán en un número importante. ¿Y que hacer para entretenerlos?, pregunta obligada. Pues bien, hace unos días, tuve oportunidad de platicar con el presidente de la Cámara de Comercio, persona seria y sensata, y me comentaba las acciones que estaban realizando para ofrecer en esos días a los visitantes, algo atractivo pero digno. Lejos de pensar en un evento fallido, están viéndolo como una verdadera oportunidad para mostrar los encantos de la Fiesta Mexicana, en sus múltiples facetas: gastronomía, bailables, poesía, cancioneros, jaripeo, hasta corrida de toros, etc. Además, me informan que no sería un fin de semana sino varios. No cabe duda que tenemos gente pensante y entusiasta, que vela por el desarrollo de nuestra Ciudad. Enhorabuena.